Ya que se han pasado todas las fiestas, que en mi caso podrían no haber estado ni existido, os traigo un postre fresco y accesible, de los que te apetecen en las tarde de "sofing" cuando no sabes que comer, y vas a la nevera, abres la puerta y la vuelves a cerrar sin que nada de dentro te llame la atención. Encima, es el típico postre que admite variaciones, que partiendo de la receta base, cada cual le puede dar su toque personal de sabor o aspecto.