Empecemos el año con energía positiva, con las pilas cargadas y con la ilusión que todo lo que nos espera en 2015, sea mejor (por lo menos) de lo que hemos dejado atrás, en el año pasado...
Y por este motivo, aunque ya se ha pasado el periodo navideño, os traigo una receta contundente, con toda una historia detrás, la de Fruit-Cake. Es un pastel con orígenes muy antiguas y humildes, que tiene versiones distintas por todos los países, por lo menos de Europa y el Continente Americano. Aunque se suele preparar en especial en la época de navidad, pienso que es el pastel invernal por excelencia, que recoge en su bizcocho la fruta deshidratada, o escarchada y los frutos secos conservados para ésta estación. Y las especies contribuyen a recalcar y potenciar los sabores de todo el conjunto.